jueves, 10 de mayo de 2012

ETA Y EL GOBIERNO

De todos es sabido que ETA lanzó un comunicado en octubre pasado, por el cual informaba su decisión de un "cese definitivo de su actividad armada". Las declaraciones no se hicieron esperar, el presidente Zapatero dijo " La decisión de ETA de hoy es una victoria de la Democracia...La nuestra será una Democracia sin terrorismo, pero no sin memoria"; el actual presidente del gobierno, Rajoy, entonces en la oposición manifestaba: "Es una buena noticia, España es hoy más libre porque el anuncio de ETA se ha hecho sin concesiones políticas"; y el entonces Ministro del Interior y Vicepresidente 1º del Gobierno, Rubalcaba, hoy en la oposición: "Eta no es la protagonista, lo es el Estado de Derecho, han ganado la Democracia y las instituciones".
Grandes palabras, bonitas, esperanzadoras y sin embargo rimbombantes, y quizá vacías de contenido realista, porque ETA hizo enorme daño físico y político mientras quiso, muchas veces se consiguió evitar el daño y la banda fué perseguida por todos los medios, incluso torpemente ilegales. Sin embargo no se venció a ETA y creo que verdaderamente no es posible porque como siempre se ha dicho, "mientras haya un asesino dispuesto a apretar el gatillo, el terrorismo puede seguir existiendo".
ETA no está ni mucho menos vencida, de hecho sigue existiendo y el peligro hoy es su escisión, etarras que no cumplan las órdenes de la banda asesina, que ya sería el colmo del terrorismo y sin embargo, el Gobierno saliente dejó la responsabilidad al gobierno entrante y éste no ha hecho un gesto significativo, está haciéndo tímidos movimientos, insuficientes. Creo firmemente, que el gobierno (cualquiera de los dos) debería haber realizado el gesto firme, rápido e inequívoco de acercar a  presos etarras a cárceles cercanas a su domicilio. Eso no sería ninguna falacia, ningún signo de debilidad, ninguna traición a las víctimas, antes bien una decisión responsable y sabia.

Recuerdo con claridad el tiempo de la "dispersión". El gobierno, que ¿había cedido ante ETA?, decidió concentrar a los presos en la cárcel de Herrera de la Mancha y allí se daban órdenes, se se dirigía la organización y se sometía a los presos y a sus familiares. Pero ante la enorme actividad asesina de ETA en los años finales de los 80 y 90 , se decidió dispersar a los presos, lo que les supuso un daño irreparable. Fué una decisión valiente y acertada, que permitió a algunos presos desvincularse, los familiares debían ir a visitar a sus presos individualmente y no en transporte colectivo, la financiación a las familias se hacía más costoso, el colectivo de familiares de presos presionaban a la banda. En fin, fué eficaz.

Hoy, ETA ha dejado de matar, no ha dejado de coaccionar en el País Vasco a los que no piensan como ellos, ni otras maldades enormes como la extorsión, el control de presos y ejercen su propia organización. Pero acaso no es negativo del todo que ETA no se haya desintegrado, porque controla que las decisiones tomadas se lleven a cabo y eso evita una escisión, lo que sería fatal.

El acercamiento de presos a cárceles del País Vasco no debe parecernos un síntoma de debilidad ni doblegarse ante sus exigencias, ETA ha hecho un gesto y el Gobierno debe corresonder a ese gesto proporcionalmente. No todos los presos de ETA son iguales, ni tienen la misma responsabilidad, ni han cometido los mismo crímenes, ni tienen el mismo comportamiento ni el mismo pensamiento ni vinculación a la banda. El gobierno Zapatero ya sabía que se iba a producir el anuncio y los presos tenían gran esperanza en el anuncio. Debería haber hecho una selección y haber hecho un acercamiento individualizado inmediato.
ETA esta muy lejos de ser vencida y la única forma de vencerla es políticamente. Pues hágase política.

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