viernes, 20 de febrero de 2015

PODEMOS: mucho miedo es lo que hay

Actualmente, el nuevo partido PODEMOS está siendo víctima de un desprestigio generalizado, tanto desde las instituciones, partidos, medios de comunicación como por el público en general, que se dedica a pasar correos, tuits y todo tipo de comunicados desprestigiando al partido, a sus líderes y a sus seguidores.
Todo esto precisamente surte el efecto contrario, no hace otra cosa que dar más fuerza si cabe al partido al estar en boca de todos y en todos los medios incluso a nivel internacional y decide a los indecisos y tibios que sienten que quieren ayudar de alguna manera a dar un vuelco político y social, hacer algo para que todo cambie y terminar de una vez con el antiguo sistema en el que todos prometen, nadie cumple y todo sigue igual, nosotros pagando y ellos gozando de innumerables privilegios y sueldos y tantos llevándose los cuartos a espuertas.
Podemos no es el enemigo, antes aún es un aliado sin saberlo del sistema tradicional porque no van a conseguir gobernar pero va a obligar a los partidos a cambiar de verdad y a extraer algunas decisiones políticas de PODEMOS para poder seguir subsistiendo, porque hay una gran masa electoral que lo exige, y sobre todo hay una enorme cantidad de ciudadanos que se va a sumar en los próximos años a la masa electoral y que va a decidir ya y en las siguientes legislaturas quién va a gobernar y que no están precisamente muy contentos porque no ve que se les de oportunidades y ve el futuro negro y muy incierto.
Y si gobierna, mejor porque el desastre va ser tal que no va a haber más remedio que refundar la democracia, reformar la Constitución, traer la república y los políticos que queden no van a tener otro remedio que escuchar a sus representados y hacer lo que ellos demanden, amén de que el electorado va a dejar de votar en contra y empezará a votar a favor. ¡Fin de las dos españas!
Este año hay elecciones y yo te pido que votes alternativo, no tengas miedo. Y cuando llegue el caso ¡No votes al SENADO!, vota alternativo al Congreso y no eches papeleta al Senado. Tú sabes que no sirve para nada, pero ahí que te veo yo con tu papeletita sepia a corroborar que les das tu permiso para su inutilidad, sus sueldos millonarios, sus dietas no menos millonarias y sus corruptelas.
Deja a PODEMOS tranquilos, se autofagocitarán solos.

miércoles, 4 de febrero de 2015

YO NO SOY CHARLIE HEBDO

Vaya por delante mi más absoluta repulsa por el atentado contra la publicación francesa en la que han muerto inocentes y han atentado contra nuestra libertad de expresión.
Pero creo que lo que hacía esa revista no era realmente libertad de expresión en su sentido más puro, porque ofendía gravemente a las creencias más ancestrales del género humano como son la cultura de los pueblos y la religión de las personas, que aún los no creyentes respetamos. Charlie se mofa abiértamente de estos valores dibujando al Profeta, al Papa, a la Virgen, a religiosos, a líderes políticos dándose por el culo, besándose en los morros y no se cuántas barbaridades más.
En el mundo, los valores occidentales representan solo un veinte por ciento y creemos estar en posesión de la verdad. Pues no, si tan democráticos somos debemos considerar que quizá la razón la tenga la mayoría, que no cree en estos valores y que en la mayoría de los países del mundo las ofensas se pagan muy gravemente y que la libertad de expresión está muy por debajo de otros valores como puede ser la dignidad. Pero no, la razón la tenemos que tener nosotros.
Recuerdo un día que iba con mi familia a un concierto de rock y para llegar al escenario por la parte de delante tenía que pasar por un túnel por debajo de las vías del tren. En medio se veían personajes inquietantes. Pensé en renunciar a mi libertad y no pasar por allí, pero la ejercí y no pasó nada. ¿Tú hubieras pasado? ¡Yo no! Me dí cuenta de que no sólo me puse en peligro, sino que también puse en peligro a mi familia. Charlie ejerció su libertad y puso en peligro su vida, la de los demás redactores, la de la policía, puso en jaque a todo un país y en alerta al mundo occidental, al veinte por ciento de la población y ofendió a miles de millones de personas.
De acuerdo, Charlie tiene razón porque nuestros valores y nuestras leyes le asisten, pero hay en el mundo una masa enorme que cree que no y hay gente dispuesta a matar y morir por sus valores.
Yo no soy Charlie porque reconsideraría esa libertad en favor de mi vida, de la vida de los otros, de la paz mundial y del respeto a los demás.