martes, 8 de abril de 2014

Toledo: la verdadera historia de La Puerta del Vado


La historia de esta puerta islámica del siglo XI, realmente comienza en el siglo IX, porque las tremendas piedras de la Puerta Vieja de Bisagra, también islámica, iban dirigidas realmente a la Puerta del Vado, que hacía mucha más falta, ya que por ella debían entrar las personas que procedían de La Mancha y que aprovechaban que el río Tajo se ensanchaba mucho por ahí por motivo de su lecho rocoso y la emersión de la famosa Isla de San Balandrán o de Antolínez que dividía el río en dos, lo que permitía su paso a pié.
Lo que sucedió fue que las piedras destinadas a esta puerta, que sacaban del Circo Romano, cerca de la Vega Baja, sobre todo las de la espina central, nunca encontrada, pues pesaban mucho y en cuanto el capataz se dormía la siesta las dejaban abandonadas allí mismo a la voz de "jamal al da bar el petrus al bib" (que le den pol culo a la piedra y a la puta puerta) y sólo les había dado tiempo a llegar donde está ahora la puerta de Bisagra vieja y ya se echaban la siesta los porteadores y por no subir toda la cuesta y tal, pues se iban a por otra piedra. De modo que se fueron ahí amontonando hasta que un día un puto chivato que no quisieron los demás pasarle la grifa, fue y le dijo al capataz:
- Oche, que las piedras las están dejando esos maricones en ahí mismo.
-¿Comooor?
-Como te lo digo.
Total, que el capataz fue lloriqueando al maestro de obras y éste que iba a montar en cólera, se la tuvo que tragar porque el Capataz le dijo: 
-Mira métele una bola al Emir y cuéntale algo porque sino le digo que te estás tirando a su mujer.
De modo que de muy mala gana le dijo al Emir que no convenía hacer una puerta allí, que el río estaba muy cerca y se podía inundar, que a los manchegos les dieran por el culo y que las razones defensivas que éste le decía no eran válidas porque cuando atacaban por allí los del Califato de Córdoba, lo primero que hacían eran devastar las siembras y ponerse ciegos de tomates y lechugas, luego se echaban la siesta y al vadear el río se les cortaba la digestión. Por lo que no era necesario hacer una puerta defensiva, así que rompieron la muralla y le hicieron un chozo al guardia para lo del pago del fielato.
Así es como se decidió la construcción de la soberbia Puerta de Bisagra o de bib al agra o puerta del campo, que es la que más me gusta a mi y que está comenzada a hacerse con las piedras que recubren lo que queda del circo romano. Magnífica.
¡Dos siglos tardaron los manchegos en ser atendidos! y allá por el siglo XI se pusieron manos a la obra y terminaron la Puerta del Vado ya cerquita del siglo XII, pero ya no de piedra maciza, sino de mamposteria encintada, y lo que sí se utilizó fue el mismo plano del siglo IX, porque un día el arquitecto que le gustaba jugar al mus, se encontró que un encargado de obras que se había quedado sin dinero en la partida, le puso encima de la mesa un plano que resultó ser el original de la obra del siglo IX y como aquel no hacía más que jugar y darle al frasco y no tenía plano y ya le apuraban, dijo :
-Coño, salvado me has.
Y le perdonó todas las deuda, que no eran pocas.
Y si os fijáis, las puertas se parecen bastante, sobre todo en la parte superior porque se crearon sobre el mismo plano, aunque la de Alfonso VI remodelada en la misma época que la del Vado.
Resultó que el maestro de obras tenía razón, pues la puerta se inundaba y los enemigos se ahogaban por el corte de digestión. Hubo de hacerse hasta tres suelos uno encima del otro para paliar la entrada del agua y no se consiguió, y encima los arcos se quedaron chicos para los carros y el carretero se bajaba y si no cabía, daba unos martillazos al arco y ¡hala!. Además, como no se usaba, los alfareros asomaban con la espuerta de deshechos hasta la misma puerta y lo tiraban, liándose una montonera de restos que taponó la puerta y finalmente se enterró para solventar el problema del agua del río y quedó a la vista sólo el torreón.
De modo que el roto de la muralla siguió funcionando per secula seculorum, hicieron una puertecita en el lateral del torreón para el guardia y hasta 2002 que anduvieron jeringando en la muralla y fue recuperada para tu regocijo si pillas un día que se enseñe.
Por cierto, a la de Alfonso VI le pasó algo parecido, al construirse la Puerta de Bisagra, la de hoy, se dejó de usar, se llenó de escombros y se terminó tapiando usándose sólo como muralla. 



Puerta del Vado
Roto de la muralla y torreón de la puerta (y la puertita del guardia)





Puerta de Alfonso VI o vieja de Bisagra.
Con sus enormes piedras del Circo Romano y el torreón posterior contemporáneo de la otra puerta.