martes, 22 de mayo de 2012

DE TABERNAS GOLFAS Y CUTRES POR TOLEDO

Hoy toca recorrido por las Tabernas más de moda en Toledo y otras que no lo están y nunca lo estarán y cómo no, bares o tabernas cutres de barrio, pero del centro. Otro día quizá nos extendamos por las afueras, pero hoy toca el centro. ¨
Esta es mi lista, seguro que otros pondrían otras, pero ésta es la mía, recluta Patoso.

Empezamos entrando por la Puerta del Cambrón, de quién decía Quevedo que sería la puerta de muchos a falta de una letra. Y nos encontramos con Casa Pedro, un bar de barrio con pretensiones turísticas, porque tiene un saloncito dentro donde dan menús y en la puerta pone la pizarra con lo que hay y también pone un par de mesitas fuera, donde no se estaría mal sino fuera porque pasan los coches muy cerca acelerando en cuesta arriba y curva. Hay quien por decir algo, dice que ponen los botellines más fríos de todo Toledo. Bueno, pues lo mismo si.
Muy cerca, a la izquierda, en la cuesta de S. Juan de los Reyes, está Sherry, cuyo cartel es el de la emblemática taberna Sherry original. Es una bonita taberna nueva, con dos ambientes, una buena terraza interior y una estupenda terraza exterior que hace rincón y que en invierno se está de miedo, resguardado del viento y al solecito.
Si no seguimos hacia arriba y nos vamos a la izquierda nada más pasar la Puerta del Cambrón, creo que la calle empieza llamándose Carmelitas, luego Real, La Merced y luego bajada de las Tendillas, nos encontramos con El Rincón de Peter, en un rincón a la derecha, cutre que te cagas, pero donde hay una terracita que se está agustito y donde he comido la mejor tortilla de patatas, fuera de casa, del mundo mundial, eso si, poco cuajadita, si no te gusta así, mejor pide otra cosa. Dentro tiene un altillo donde te puedes sentar.
Un poquito más arriba está lo que se llamaba El Abracadabra, es una bonita taberna que inició el famoso Luis el del bar, conocido fotógrafo que se hace llamar Luis de Toledo, pero que hace tiempo que lo dejó. Ahora se llama El Rus y hacen una cocina informal muy interesante, donde sobresalen las hamburguesas de ciervo a unos 4,50 euros,y tiene una buena terraza exterior.
Seguimos subiendo y nos encontramos a la derechita, en la Cuesta de Sta. Leocadia, El Embrujo. Esto son palabras mayores señores. Tiene terraza interior y es posiblemente la mejor del centro de Toledo si no incluimos la del Enebro de la Plaza de S. Justo. Pero hay que reservar. Tiene una buena barra y buenos platos. Merece la pena sentarse, de verdad.
Seguimos la calle que ahora se llama de la Merced y enseguida El Caprichito. Ojo que te la pasas. Ahora ha sacado un tonel para los fumadores. El tabernero atiende que es una maravilla. Es de tapeo vertical ¡y apretao!, porque siempre hay gente y no hay espacio. Tiene dentro unos toneles y cuatro taburetes. Un par de buenos vinos y unas cuantas raciones bien hechas: esas croquetas, oreja al ajillo de muerte, entraña, empanadas, y tira las cañas que te saben a gloria. Una cocinera negra que asoma de vez en cuando y café natural como no lo hay. Ha sacado una terraza en la misma terraza de La Diputación, pero no está debidamente atendida, pero si pillas mesa y no eres muy exigente, se está de gloria, pero pasa que el local no da para más.
Siguiendo, te encuentras La Fábula, del mismo origen que El Embrujo, pero es otro concepto, menos serio, y menos bueno, pero hay buen rollito y ha tiene cuatro mesas fuera.
Subiendo, subiendo llegamos al Pellejito, taberna cutre donde las haya. Hay una chica que ya no es tan chica, a quién le sienta el vaquero y el chalequillo como el copón y tira las cañas muy bien. pone los vinos de gloria , pone tapa y lo mismo da cómo lo haga, porque te vas a fijar en… los goles del Madrid que salen en la peazo tele que tiene.
Enseguida llegamos al Ambigú. Este es un lugar curioso, tiene un montón de cervezas, entre ellas las famosas Domus, de Toledo, que a mi no me gustan. Tiene pinta de bastante cutre, pero es bastante sorprendente, cuenta con un par de saloncitos, ponen tapa con las cañas, tiene un montón de raciones que se dejan comer, anuncian actuaciones en directo que yo no he visto nunca y anuncian un menú anticrisis a 6.50 más IVA. Joder, yo lo he comido y se come, coño, con bebida y sin sorpresas.
Ya hemos remontado la cuesta, pero no dirás que tienes sed.
Y ya se acabó el recorrido, de modo que ahí van otros sitios y direcciones.
Por la zona turística de Sto. Tomé, Taberna Lúpulo, (Aljibillo 4) con buenas cañas de grifo, y un olor a queso cojonudo. Tiene varias mesas de bancos corridos y algunas raciones (seguro que con queso) Siempre hay gente y se está apretadito y parece que se lo pasan bien.
Pa golfa y cutre, el Club de Jazz Brodway para tomar copas. Tiene ambiente de Jazz, y nunca hay nadie si no es de madrugada, pero está abierto. Tiene un par de mesas en el interior y no esperes nada si no hay actuación. Sin embargo se ha transformado para horario mañanero y ha puesto mesas en una terracita que hay justo enfrente, con ambiente de bar de tapas.
Jacaranda (cómo decir dónde está esto. Te vas a la Calle Alfileritos y preguntas a un guardia, que seguro que no lo sabe). No ha cambiado desde que se abrió hace más de 30 años, el mismo camarero, las mismas ensaladas, la founde, las tablas de quesos y patés y el servicio detrás de una cortina con puerta corredera. Se hizo famosa porque ponía "vaca verde", pero ya hace más de 15 años que no lo sirven. Hay que ir sin pretensiones, para estar con los amigos. Golfa y cutre.
El Botero, (Ciudad, 5) bar de barrio emblemático. Regentado por un alemán, creo, y reconvertido en Restaurante y coctelería. Al restaurante, que está en el piso de arriba no he subido, pero es carillo (por la carta) y los que han ido dicen que está bien, aunque ya he dicho en otros artículos que la peña tiene muy poca exigencia gastronómica. Allí lo ponen todo bien, las tapas (con la caña) son lo de menos, no se estiran mucho, buenos vinos y creo que es la mejor coctelería de la ciudad. Tienen nosecuántas tónicas, ginebras, rones, güisquis… ponen buenísimo el café Irlandés, o por lo menos se tiran media hora haciéndolo, los combinados lo mismo, pero eso sí, no es barato y cuesta entrar, llegas y te encuentras a 20 tíos fumando en la puerta, abres y te metes como una cuña, te haces hueco y te vas con la sensación que eres un tío con suerte. Eso si, antes de las 21 horas puedes estar más tranquilo.
Bajando por La Bajada del Barco, en la Plaza del Colegio Infantes, encontramos El Último,  un local tipo ambiente de Jazz, pero sin jazz, para tomar unas copas sin ambiente de marcha y ceo que ha sacado unas mesitas a una terracita con unos arbolitos; y justo al lado Casa Antonio, bar de barrio, de esos que te sientas en las cajas de cerveza, pero tienen buena tortilla y buenas croquetas, y además dan menú y se ha puesto de moda el cocido de los jueves, creo. Y a mediodía, golfería asegurada.
La Flor de la Esquina, (Plaza Juan de Mariana),sirve vinos variados, cañas, y siempre hay mucha gente. Se puso de moda porque ponían tapas consistentes con la bebida, pero ¡ojo! pídela que se olvidan. Tienen un salón abajo para cenar, una terraza exterior todo el año y han abierto un salón en la casa aledaña al que no he subido. Creo que es del mismo dueño que el cercano Kumera, pero es otra cosa. Este tiene un restaurante abajo muy cuidado en un aljibe de verdad.
La malquerida, (Trinidad, 2) tiene mucho ambiente de la tontería intelestuás, es amplio y adornado a la antigua. Y hacen la gracia de devolverte el cambio en un jarrito.
El cuchitril de la panza, (Cordonerías, 3) ocupa lo que fue el mítico bar La Taurina, pero vosotros no lo habéis conocido. A mi me gusta para tomar unos vinos, tienen bastantes referencias y pretenden poner una tapa sofisticada. Las camareras ponen voluntad y van aprendiendo, se nota que no son del oficio, pero son muy majas y no van por ahí con las tetas por delante como he visto en otros sitios. Eres joven y estás buena y encima tienes perolas, te pones una camiseta negra que marque y ¡hala, a poner copas! Pues no es el caso. Tienen un restaurante de dos plantas. Ponen distintos menús de distintos precios. Yo he comido muy bien allí, pero con la anterior dirección, cuando era el Tentempié.
O’briens, (Armas, junto a Zocodover), taberna típica irlandesa. El camarero, que lo mismo es el dueño, habla por lo menos inglés además de español, ponen partidos de rugby en la tele y es bastante cutre y golfa. Tiene un salón arriba al que no he subido y anuncia que dan de comer. El que vaya que me lo cuente.
Y por último, la más golfa y cutre de todas, la Taberna Técnica de vinos Amboades, en la Calle del Arrabal, según se sale de la Iglesia goticomudéjar de Santiago el Mayor, junto a la Plaza de la Virgen de la Estrella. 
Imparte cursos de cata, tiene bastantes vinos, de tapa lo mínimo. Allí he tomado el peor vermú de mi vida. Dijo, “no tengo Martini, es casero y no tengo hielo, pero está frío”. Le digo “venga”. Jo, pa qué digo ná. Pero me lo tomé “con dos cojones”.
Que no, que no, la más cutre es una que hay justo al empezar a subir por la cuesta del Cristo de la Luz. No recuerdo cómo se llama. Cuando empezó quería estar decorado como a la antigua. Ahora no sé, asomo el morro desde fuera y me da yuyu entrar.

No quiero terminar sin hacer referencia a los locales que ha abierto un tal Ventura o Bentura, será Ventura, ¿no? Son cervecerías que ni son golfas ni cutres, todo lo que ha hecho lo ha hecho bien y ha restaurado los locales con mucho gusto. Restauró arqueológicamente el que creo que fue su primer bar,  El Trébol, (Sta Fe) dejando a la vista un lienzo de la muralla de adobe árabe de la medina islámica, única en Toledo; La Tabernita 10, al lado; La Abadía, (Núñez de Arce) junto a la Iglesia de S. Nicolás, lleno de cuevas y varios ambientes, carta de cervecería, de restaurante y extensa carta de cervezas; Y termino con Alfileritos 19 (creo que es eso o 29) en la Calle del mismo nombre, muy bonita y tiene un salón abajo escavado en la roca viva, y adjunto un Restaurante, restaurando una típica casa toledana con un toque modernista, una delicia. Es un buen sitio para comer, y el patioes zona de copas, aunque hace tiempo que fui y no me gustó la mano del chef.
¡Qué disfrutéis!

6 comentarios:

  1. ¿Hay algún sitio que te guste? No debes de ser de Toledo... y espero que mucha gente no te lea porque vaya publicidad.. Por cierto, ¿sabes la frase que dice.. para gustos, colores?

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  2. ¡Joder me habías asustado! He releído el artículo y me ha gustado. No es para tanto. Y si, soy de Toledo.
    Ya digo que esta es mi lista y por poner verde, puedo porque en Toledo no se da el mejor servicio con la mejor de las sonrisas precisamente. Siesos en restauración somos un rato.
    Pon tú aquí mismo tu lista y di lo bueno que son los bares que quieras y no te preocupes, que no me lee ni el Tato.

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  3. Te leo yo majete.
    Y con la "fantástica" tradición culinaria que tiene Toledo, caracterizada su creatividad y buen servicio lo mejor para describir su singularidad es lo que tu has hecho: un listado. Y desgraciadamente Toledo se pasea, no se degusta.

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  4. ¡Dos lectores! Y con opiniones divergentes. Esto va bien. Gracias Espina, te tendré en cuenta en mis oraciones.

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  5. Estoy muy de acuerdo con cocolis, en los comentarios hechos de la mayoría de los locales y establecimientos descritos aquí. Aunque a estas alturas, hay algunas cosas desactualizadas. Estamos de acuerdo en que Toledo se pasea, pero también se degusta. Y claro está faltan muchos sitios, lo cual es ideal, para irlos descubriendo a la vez que se pasea y se admira esta bella ciudad.

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    1. Lo que dices es absolutamente exacto, tanto lo de la desactualización como lo del descubrimiento. Ten en cuenta que no es una guía, sino una lista, mi lista, lo mismo las que faltan no me han parecido suficientemente cutres o golfas. Pero quisiera descubrir alguna que yo no conozca.
      Yo voy a otras localidades a ver referencias de blogueros y el número de fracasos es enorme.
      Gracias por el comentario.

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