martes, 7 de agosto de 2012

RECORTES A LOS FUNCIONARIOS

Tradicionalmente los funcionarios hemos sido fiables en nuestras pequeñas transacciones económicas y comerciales, somos personas físicas, hay una persona a quien reclamar y un sueldecito que intervenir y así, vamos pagando nuestras compras y sobre todo nuestras hipotecas. Los bancos siempre nos han dado  créditos y nos los han ofrecido, sobre todo últimamente. 24.000 euros, sin aval, ahora hasta 50.000, porque saben que lo vas a devolver, en el tiempo acordado, hasta el último céntimo.
Nuestros sueldos nunca han sido altos, (ya se ha hablado del chaval que con 16 años dejó los estudios y se fue a la construcción y ganó un montón de dinero, mientras nosotros seguíamos misereando con nuestro sueldito) pero lo que tiene es que viene asegurado y ese goteo, ese hormiguismo nuestro y el emparejarse con personas de nuestro mismo poder adquisitivo, te permite vivir dignamente, al mismo nivel exteriormente que cualquiera, aunque por detrás has de mirar de qué te privas.
Pero llegaron los recortes. El primero, la congelación salarial; luego un recorte de los haberes entre un 3 y un 7% que no nos pilló desprevenidos, sin embargo ya teníamos invertido nuestro sueldo por años, y eso no podemos echarlo atrás, podíamos pagar tanto durante tanto tiempo confiados en las leyes de presupuestos primero y en la seguridad de que estábamos cobrando lo que nos merecemos por el trabajo desempeñado. Nunca se había visto anteriormente, que por hacer el mismo trabajo se cobrara menos. Consideramos que es ilegal porque existe una Ley de Presupuestos aprobada por el Parlamento donde se destina un dinero a ese concepto, ¿dónde está el dinero?, aún así lo dimos por bueno, creímos que había otras cosas que recortar antes que el salario de los trabajadores, pero las movilizaciones fueron pocas y débiles. Se pensó que había que arrimar el hombro, que la crisis era muy seria, que nos iba a tocar y así fue. Sin embargo, la mayoría de funcionarios ha podido capear el temporal privándose de lo superfluo, dejando las vacaciones en mera anécdota, sacando de las reservas para los pagos importantes del año, matrículas de Educación, vuelta al cole o a la Universidad, IBI, seguros, renta, ITV... y cuando no, ya pidiendo prestado o "prestado" a los abuelos; y ahora la supresión de la paga extraordinaria de navidad, lo que supone otro recorte de entre un 3 a un 7% anual. Es posible que la garantía de ser funcionario se acabe para los bancos, esas hipotecas se firmaron para un sueldo esperado, esos hijos se concibieron pensando en el poder adquisitivo que se tenía, esos pisos lo mismo, en general el orden de la familia se hizo en función de lo que podíamos económicamente. El gobierno es responsable de la precariedad laboral de los funcionarios y cuando dejemos de pagar las hipotecas, también. Además el estilo en dar el tijereretazo ha sido muy feo, cuando los trabajadores afectados habían comenzado las vacaciones, lo que ha impedido una reacción masiva y menos aún espontánea y sobre todo, cuando esos trabajadores ya las habíamos pagado y no podíamos ahorrárnoslo. Eso se llama hacerlo con alevosía y seguramente con nocturnidad tramaron el plan.
Todo esto, mientras esperamos un verdadero adelgazamiento de la Administración, que podría empezar con la supresión del 90% de los asesores y que éstos sean funcionarios en su mayoría, que se finiquiten las suvbenciones sindicales y a partidos políticos, que se supriman las pensiones máximas, vitalicias y compatibles de los diputados y senadores, que se acaben con las dietas tapadera de sobresueldos, las indemnizaciones supermillonarias, los sueldos supermillonarios, incluidos los de las empresas privadas porque redunda en los precios de sus productos, el control de los presupuestos de obras públicas, el control del gasto en las distintas administraciones evitando hipotecarse hasta otras legislaturas, supresión de Diputaciones Provinciales, del Senado, creación de mancomunidades municipales, recorte de cargos públicos, topes de salarios de alcaldes y concejales y de cualquier cargo público, supresión de coches oficiales, tarjetas de crédito, disponibilidad ilimitada de telefonía, transportes, alojamientos, comilonas, comisiones inútiles, simposiums millonarios, reuniones carísimas, recepciones multimillonarias, conversión de las Comunidades Autónomas a la mínima expresión e incluso supresión de las Comunidades que no sean históricas, en definitiva que quedaran Cataluña, País Vasco y Navarra, fin de la monarquía... y todas esas cosas que a cada uno se le ocurran. A mi me subleva que los miles de euros anuales que pago en impuestos se lo gasten esos granujas en langostinos de una sentada.
Y mientras nosotros haciendo equilibrios para no perder la casa. Hay agoreros que dicen que esto va a acabar en guerra. Espero que no, pero me recuerda que hay que comenzar una economía doméstica de guerra y no por lo que nos han recortado, (incluidos diez días de permiso entre asuntos propios y vacaciones y eso supone dinero, porque a muchos, ir a trabajar nos cuesta dinero, amén de el recorte en derechos a la hora de darse de baja por enfermedad, que nos va a costar dinero) sino por lo que nos van a recortar. Si yo fuera el recortador no me temblaría la mano, lo tendría fácil, somos un colectivo débil y desunido y no acostumbrado a movilizarse. A mi personalmente, me quedaba para el ocio lo que es el placer de tomarse una cerveza en una terraza y poco más. El poco más se ha acabado y las cervezas lo he dejado para los sábados y estoy dispuesto a suprimirlas y no porque no pueda pagarlas hoy, sino porque pueda no pagarlas mañana.


2 comentarios:

  1. Luis, te lo vuelvo a decir: me encanta tu forma de escribir, ¡eres bueno!, ¡muy bueno!. Tienes un estilo directo y muy agradable de leer. En cuanto al contenido es imposible no estar de acuerdo en todo.

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