sábado, 11 de agosto de 2012

DEJAD A LOS NIÑOS EN PAZ

Por enésima vez leo o escucho, en éste caso leo que algo, una materia nueva hay que llevarla a la escuela para que los niños lo aprendan. En este caso se trataba de un artículo de opinión de un lector en el que decía que como tenemos poca cultura bancaria, los bancos nos la meten doblada y que la solución para defenderse de ellos sería familiarizarse con los conceptos euríbor, comisión, crédito, préstamo, TAE, fondos, futuros, participaciones preferentes, planes de jubilación, etcétera, llevando esa nueva materia a la escuela. Me pregunto si lo pensará en serio, me pregunto si estáis pensando que vaya chorrada. Pues a mi esas opiniones me da mucho miedo, porque cuando a un tonto se le ocurre una tontería, lo primero que piensa es en llevar esa tontá a la escuela y el peligro reside en que la paponá se le ocurra a un responsable de Educación o un politicastro de tres al cuarto y entonces va y deja su impronta imponiendo la gilipollez en las escuelas. Se ha hablado de llevar el ajedrez, la cocina, la educación sexual, el tai chi... y cualquier cosa que se os ocurra como materia fundamental, ya que no hay materias "maría". Y así han ido llenando los programas educativos de materias "maría" que a base de la seriedad con que tras años de impartirlas los profesores, se han hecho tan imprescindibles como las asignaturas más fundamentales en la enseñanza. Me quedé asombrado de un examen teórico de Educación Física que vi estudiar a mi hija en el bachiller. ¡Madre mía! 
Una vez terminado el bachiller, las personas dejan de utilizar la mayoría de las materias, excepto la de su especialidad universitaria o las de su trabajo y así muchos no vuelven a hacer cuentas nada más que para contar las vueltas de la compra, y hay otros, muchos, que no escriben a la semana ni una sola letra y sin embargo van por la vida sin necesitarlo. Y muchos no vuelven a hacer deporte o lo odian y son felices y exitosos. La mayoría de nosotros somos ignorantísimos de todo excepto de lo que nos hemos especializado. El hombre del renacimiento hace mucho dejó de existir. ¿Que sería deseable que todos lo fuéramos? Si, pero va a ser que no, porque no es necesario para triunfar en la vida. Y si no es necesario saber todo de las materias fundamentales, es innecesario saber algo de las "marías".
En el colegio los alumnos están desbordados por la abundancia de materias. Antes esas enseñanzas "maría" se aprobaban con ir a clase y no dar la lata, pero poco a poco se volvieron muy serias, los profesores que las imparten las consideran primordiales, cómo no, nadie quiere que se considere lo suyo  inútil o ridículo y yo aún recuerdo alumnos que las pasaron putas para aprobar un curso porque les quedó dibujo, música o ¡religión! Si, ya, ya se que usted es profesor de eso y le parece lo más importante del mundo, pero a mi no. Con la última asignatura incluida,  Educación para la Ciudadanía están volviendo tarumba a los alumnos y no por el contenido, sino por ser otra cosa más a aprender en un programa ya de por si extensísimo y difícil, en el que han añadido otro año más de estudio, como nos lo metieron a nosotros cuando se creó el BUP. Siempre es bueno que los alumnos aprendan esto y lo otro y lo otro, pero no puede ser, hay que discriminar y elegir. Si meten más contenido, de algún sitio tendrán que sacar las horas. Pues ya sabéis de dónde, de las matemáticas y la lengua por ejemplo. Y además me pregunto, ¿qué coño hace la asignatura de religión en la  Educación Pública?. ¡Por favor, que acaben con eso de inmediato! y encima suspenden y aprueban. ¡Fuera! La enseñanza religiosa está muy bien, pero para los templos. En nuestra cultura es muy importante que se tenga conocimiento de la historia sagrada y de otras religiones mayoritarias, pero hoy en día es anacrónico mantenerlo en la enseñanza pública.
Por favor, dejad a los niños en paz, no les agobiéis más, acordaos de cómo lo pasasteis en el cole y en el insti y sobre todo, si se os ocurre algo nuevo que deberían estudiar los alumnos en el cole ¡metéroslo por el culo!

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