EL TONTO QUE TIRA LA PIEDRA

El Alcalde de Marinaleda se ha erigido en "El Tonto que tira la piedra" de las manifestaciones. El elemento distorsionador, el manifestante incontrolado tan necesario para que la protesta tenga eco en los medios de comunicación y no pase como tantas veces,  desapercibida a la opinión pública. Es el tonto necesario. En eas movilizaciones callejeras es deseable que se instigue a un tonto o que de por si, algún manifestante coja un calentón y tire una piedra contra un escaparate y se líe la de San Quintín. Entonces la manifestación se tiene eco en los medios gracias a ese o esos especímenes y así, también son recogidas las reivindicaciones de los trabajadores. Elementos incontrolados que pueden llegar a ser muy controlados e incluso convenientes. Obliga a los empresarios que tienen que aflojar a pensar "coño, que éstos van en serio".

Y Sanchez Gordillo puede ser ese tonto o la mano que mece la cuna. No sabemos por quién es instigado o si es el instigador de la cosa, pero lo cierto es que esos radicales, e incluso esos movimientos radicales son muy necesarios para remover conciencias de la sociedad adormecida y sobre todo para mover miedos y abrir carteras de una sociedad sonámbula, que no reacciona, sumida en el propio jugo de la podedumbre del poder y de los beneficios a toda costa.

La sociedad del bipartidismo, que somos nosotros, es inoperante porque es culpable del sistema, dormida, manipulada  y responsable de comprar viviendas a precios de escándalo, de votar una y otra vez a los mismos con nombres distintos, Psoe y PP o  Frente Popular y Acción Popular y cooperador necesario a la hora de decidir que no quiere instituciones vacías de contenido y sin embargo vamos con nuestra papeleta sepia a votar al Senado a golpe de cornetín, a votar a los mismos diputados una y otra vez a la orden de ¡Ar! y de no hacer absolutamente nada para evitar los enormes sueldos y las millonarias indemnizaciones de los salvadores de la patria y de la economía, lo que repercute en la carestía de la vida. ¿Y qué me decís de las empresas que por no afrontar los derechos de los trabajadores europeos se van a producir al tercer mundo? y nosotros comprando sus productos. ¿No sería bueno que el Alcalde de Marinaleda ordenara a sus secuaces tomar para los necesitados esos productos manufacturados por los explotados del mundo? Son responsables del paro y la explotación.

Los tontos de la piedra son necesarios y el caso del Alcalde de Marinaleda andaría por ese camino, sino fuera porque es Alcalde y Diputado regional en la Asamblea de Andalucía lo que entronca con la desobediencia institucional,  que nos llevó junto con los desórdenes públicos no atajados contundentemente por el Gobierno a la pérdida de la Democracia y de la República. Hoy aún hay un gobierno que parece que va a tomar cartas en el asunto en lo que se refiere a atajar los desórdenes públicos identificando a los malhechores uno a uno y a la chita callando, de forma eficaz, laboriosa y lenta, pero adelante. No tardará en llegar el momento en que los intervinientes en esos sucesos digan "coño que vienen a por mi en persona", verán desaparecer 300 euros de su cartera o pasar unos meses en prisión, ellos, no otros, viendo la reacción judicial en su propias carnes mientras los instigadores, el sindicato, se libra y se lava las manos.

No tan claro lo tiene el gobierno en el caso de la desobediencia institucional. Comunidades Autónomas que se niegan a pagar el canon de impuestos que han recaudado, que anuncian que no van a aplicar decisiones tomadas por el gobierno central, como el adelgazamiento de la Administración, el pago de las costas sanitarias a quienes no lo han pagado por adelantado, la congelación de las pensiones, etc. Ahí el Gobierno nos las tiene todas consigo. Veremos cómo termina, no estaría mal que finiquitara con la democracia de las Taifas y empezara el Estado Federal. Vigilados por el Alcalde de Marinaleda o por el tonto de la piedra.