viernes, 15 de junio de 2012

POBRE ARGENTINA

http://xlsemanal.finanzas.com/web/articulo.php?id_edicion=7327&id=78558

Queridos amigos del blog Políticamente Incorecto ( que no es más  incorrecto, incorrectísimo porque no    os sale de los cojones), he leído con estupor el artículo del enlace, sobre la Presidente de Argentina y he quedado bastante preocupado por el    país  hermano, por  los países hermanos  de su entorno y por la influencia que tiene en nuestro querido país que se llama España.
Podría poner aquí unas cuantas perlas, pero si a alguien le interesa que lo lea.
Esta foto, me recuerda a la Familia Real de Nepal, si no fuera por la falta de hieratismo en los personajes,   y por el aspecto de Choni de la hijita.
¡Madre mía, pobre Argentina!


2 comentarios:

  1. Crosell the Marquis15 de junio de 2012, 17:52

    Gracias señor por no haber nacido argentino, sobretodo en estos días aciagos en los que su señora presidenta se fotografía para la prensa como si fuese a participar en Eurovision, o para el casting de Gran Hermano.
    La corista de blanco lleva el mismo vestido que lució Massiel en su día, y hace orgullosa el símbolo de la victoria con sus dedos porque ha ganado algo o tiene pensado ganarlo (pobres argentinos). Al compositor de la letra se le desplazó la americana hacia un lado y sale en la instantanea un poco menos: ¡Pero qué güais somos, ostia! Me encantan su sonrisa pícara y su semblante jovial, porque parecen entrever que en realidad por dentro se está escojonando. Es su modo particular de hacer la v de la victoria.
    Por su parte, la señora dictadora megalómana engalana su busto con la explendida banda de miss Argentina, que le queda como un guante (no como la mierda banda de Chile por lo que tengo entendido), y el cetro de rey de todas las cosas resulta el complemento ideal para rematar esta foto friki. Es el mismo bastón con el que le cascó a Repsol en las costillas, de ahí la importancia sentimental de la citada vara. Como buena solista e intérprete, nótese que aparece en la imagen en primer término, marcando las pautas a seguir en su país: primero yo, luego, si tal, el resto. Lo dicho, como me alegro de no ser argentino hoy día (mientras escribo esto, hago la señal de la cruz y rezo un padrenuestro por lo bajo: pobrecitos hijos de la pampa, lo que les viene encima).

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