lunes, 29 de octubre de 2012

PAÍSES EN CRECIMIENTO

Salida del Gran Premio de India 2012


Parece ser que hay países que pese a la crisis en occidente (o más bien gracias a ella) de los países desarrollados y superdesarrollados, están creciendo mientras los demás nos vemos envueltos en problemas económicos y sociales. 
La verdad de estos países en crecimiento es que están jugando sucio, y no es que hayan empezando a jugar sucio, sino que ya lo estaban haciendo, y cuando digo sucio, digo sucio. Ayer me dispuse a ver en televisión el gran Premio de India de Fórmula 1, cuando a la primera imagen noté la inmensa polución que inundaba el circuito, tanto que el comentarista advirtió que la falta de nitidez de las imágenes no se debía a nuestros receptores, sino a la enorme contaminación de la ciudad. Más bien del país, un país con grandes desigualdades sociales, un país que lo mismo está a la cabeza mundial en tecnología o toma parte en la carrera astronáutica, que deja morir de miseria a millones de personas.
Lo mismo hemos visto en China a través de la retransmisión de eventos deportivos, tanto de las olimpiadas como también del gran Premio de China de Fórmula 1, una contaminación tremenda.
Los países emergentes y en crecimiento no tienen las mismas exigencias que los países del primer mundo en materia de limpieza industrial, en emisión de gases contaminantes, en definitiva de control de la contaminación ambiental y no digamos en derechos de los trabajadores. 
Todos esos controles y derechos cuestan un buen dinero y así nuestros productos cuestan enormemente más que los suyos , y no sólo nuestros empresarios se exilian a estos países donde van a sacar mayor rendimiento a sus inversiones, sino que el gobierno se lo facilita incluyéndolos en las visitas institucionales. Las empresas, en su exilio llevan la tecnología punta y realizan un producto tan bueno como podría ser el hecho en occidente pero a un precio muy inferior, de modo que el consumidor occidental lo compra sin mirar su procedencia y sin querer saber que ese precio es a base de unas condiciones de trabajo y de un control de contaminación infinitamente menores que en los países que hoy están en crisis.
Podemos decir que allá ellos con su contaminación y sus derechos, pero resulta que en el mundo globalizado todo influye a todos y que el aire contaminado afecta a todos y los desechos industriales que van al Yangtsé o al Ganges, va a parar al mar y el mar y la atmósfera son de todos.
Hay que dejar de ser papanatas, en un tiempo en que se cree más en el género humano que en los nacionales de cada país, hay que mirar por los trabajadores de esos países, por sus condiciones ambientales y por nuestra economía y tomar medidas contra esos productos buenos y baratos.  

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