domingo, 9 de marzo de 2014

¿Qué ver en Toledo?, ¡¡¡el Circo Romano, coño!!!

Parece mentira que todo el mundo visite Toledo, pero a nadie se le ocurra visitar su Circo Romano, que no es un anfiteatro, es decir un coliseo, sino como el de las carreras de cuadrigas en la película Ben-Hur. Todos al Alcázar y a pasear hasta la Catedral y los más atrevidos se dan una vuelta por la judería y ven la Casa del Greco y la Sinagoga del Tránsito, la de Santa Mª La Blanca e incluso la Mezquita del Cristo de la Luz (curiosos nombres cristianos), pero a nadie se le ocurre visitar el circo Romano, una ruina arqueológica del máximo nivel e importancia.
Muchos hemos visitado restos arqueológicos de menor importancia como puede ser el circo romano de Mérida y nos hemos maravillado, pero si recordáis no es más que una explanada alargada con un túmulo de tierra donde tenemos que imaginarnos el circo. El de Toledo son restos de hasta tres metros de altura y ruinas continuadas durante más de trescientos metros. ¡No puedo entender que os pase desapercibido! 
El circo data del siglo I, durante el gobierno de Augusto y tiene una longitud de 422 metros, partido por la Avenida de Carlos III, que nos lleva a lo que era la Fábrica de Armas y hoy es el Campus Universitario. La parte más importante se encuentra en la margen derecha de esta calle. También podemos iniciar el recorrido frente al los números 4-6 de la Avenida de la Reconquista, donde encontramos el tramo redondo del extremo norte y los restos más interesantes. Estos restos son el relleno de lo que fue el Circo, que era de granito y seguramente de mármol
Resultó que durante la invasión árabe y  la Edad Media se utilizaron las grandes piedras de granito para construir la ciudad y sobre todo la muralla árabe y cristiana, no tenéis más que fijaros en los grandes sillares de las murallas y de la extraordinaria Puerta de Alfonso VI o antigua de Bisagra, por cierto, tras la cual, en su patio de armas, se encuentra una bonita escultura de Chillida. Posteriormente se reutilizó esta instalación para albergar el cementerio tanto árabe como cristiano, a la vez que sirvió para refugio de miserables, rufianes, pordioseros, perseguidos, piratas, bucaneros, filibusteros, corsarios, gentuza, enfermos, ladrones, tahúres, chulos, proxenetas, pisaverdes, burladores, engañifos y en fin, todo tipo de gentes de mal vivir, hasta que al Cardenal Lorenzana (el que creó la Universidad) se le hincharon las narices y ordenó que enterraran el circo, lo cual fue una decisión que permitió la conservación del mismo hasta nuestros días en unas condiciones más que aceptables.

Arco del Triunfo, por donde entrarían las cuadrigas vencedoras.
Es una pena, porque ha quedado fuera del Parque Arqueológico y está en abandono, rodeado de coches, hierbas y basuras.

Una recta lateral de unos doscientos metros de largo. Aquí no queda ninguna bóveda de graderío, pues se hallan todas derrumbadas. Esas especies como de pirámides son los accesos a las gradas y lo que hay delante son las mismas caídas.


Tumbas.


Detalle de la recta desde arriba, con las bóvedas caídas y el lugar donde se asentaban las columnas y los soportes de la construcción de piedra.


Acceso.


Accesos. Detalle en la base de que los romanos dominaban el encofrado.


Más accesos con algunos escalones.


Esto es una especie de depósito.


Parte redonda del extremo norte. La zona mejor conservada. Se ve la intervención arqueológica de sostenimiento de la estructura y las bases de la construcción pétrea.


Tumbas.


Detalle de la base de la construcción de piedra.


Acceso norte en el centro de la parte redonda del extremo.


Bóveda y tumbas.


Chimenea realizada en la bóveda por los habitantes durante la Edad Media. Cada una de estas bóvedas era una chabola.


Verdaderamente espectacular.


Tumbas vistas a través de la bóveda.


Estos ladrillos formaban un arco que yo he llegado a ver entero. Es la bóveda más baja del circo, mide como un metro o algo más. Podría ser una sepultura o un horno.


Plano.

Espero que en vuestra próxima visita no dejéis de ver el Circo Romano.
   

5 comentarios:

  1. Luis, por allí jugábamos. A lo mejor subo a Toledo para ver la exposición del Greco. ¿es interesante?

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  2. Extraordinaria llamada de atención, e interesante explicación. Muy bieo don

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  3. Tienes mas razón que un santo. Escueta pero clara historia del circo.

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  4. A mí las ruinas me producen melancolía. Así que menos queja y a restaurarlo, pisaverde toledano.

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  5. ¿Restaurarlo? Pues no has dicho tú nada. Este tipo de monumentos no se restaura, se mantiene, se consolida, se interviene mínimamente siempre y cuando la intervención sea un mal menor que el que se quiere impedir.
    Pisaverde tú si acaso.
    Es muy bonito que te produzca melancolía, demuestra sentimientos profundos que afloran pese a tus esfuerzos por reprimirlos. Sal del armario tahúr.

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